El déficit calórico promete pérdida de peso rápido, pero en México puede ralentizar tu metabolismo y generar efecto rebote si no se maneja con estrategias adecuadas en 2025.

Déficit calórico, por qué puede ser una trampa
El déficit calórico ha sido durante décadas el pilar fundamental de las dietas para perder peso. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando este enfoque no solo no funciona, sino que se convierte en una trampa metabólica? En este artículo exploraremos por qué el modelo energético tradicional está obsoleto y cómo el enfoque hormonal puede ser la clave para entender la pérdida de peso saludable y sostenible.
El modelo energético: ¿por qué ha fallado?
Durante más de 50 años, la nutrición se ha basado en un simple principio: las calorías que entran versus las calorías que salen. Este modelo energético reduce la obesidad a una ecuación matemática donde el exceso de calorías se convierte en grasa. Sin embargo, las estadísticas muestran un fracaso rotundo:
- La población mundial es más obesa que nunca
- Las tasas de diabetes siguen aumentando
- Las dietas basadas en conteo calórico tienen altísimas tasas de rebote
Si este modelo fuera efectivo, después de medio siglo de aplicación deberíamos ver resultados muy diferentes. La realidad es que el cuerpo humano no es una calculadora, sino un complejo sistema regulado por hormonas y neurotransmisores.
El modelo nervioso-hormonal: una nueva perspectiva
Frente al fracaso del modelo energético, surge una comprensión más profunda de cómo realmente funciona el metabolismo humano. El modelo nervioso-hormonal explica la obesidad como resultado de desequilibrios en:
- El sistema nervioso (simpático y parasimpático)
- Las hormonas, especialmente la insulina
- Los procesos de almacenamiento y liberación de energía
Este modelo no niega la importancia de las calorías, pero las sitúa en un contexto mucho más amplio donde la calidad de los alimentos y su impacto hormonal son determinantes.
Glucosa, insulina y grasa: la tríada metabólica
Para entender por qué el déficit calórico puede ser una trampa, debemos analizar tres componentes clave:
1. El glucógeno hepático
El hígado almacena glucosa en forma de glucógeno, suficiente para 24-28 horas de actividad. Este sistema de reserva explica por qué podemos pasar un día sin comer y no morir. Sin embargo, cuando el cuerpo percibe estrés:
- El sistema nervioso simpático se activa
- El hígado libera glucosa a la sangre
- Los niveles de azúcar en sangre aumentan
2. El papel del páncreas
Cuando la glucosa sanguínea sube, el páncreas produce insulina. La combinación de glucosa + insulina es lo que realmente produce grasa corporal, no el simple exceso calórico.
3. El círculo vicioso
Muchas dietas de déficit calórico empeoran este problema porque:
- Provocan estrés metabólico
- Generan ansiedad y cortisol
- Llevan a elevar la glucosa e insulina
Esto explica por qué tantas personas rebotan después de una dieta, recuperando más peso del que perdieron.
Alimentos tipo A y tipo E: una clasificación útil
Una de las claves del modelo nervioso-hormonal es entender que no todos los alimentos afectan igual al metabolismo. Podemos clasificarlos en:
Tipo A (Adelgazan) | Tipo E (Engordan) |
---|---|
Carnes, pescados, mariscos | Pan, pasta, harinas |
Huevos, quesos | Arroz, plátanos, papas |
Vegetales, ensaladas | Cereales, azúcares |
Almendras, nueces | Jugos de fruta, refrescos |
Los alimentos tipo A producen poca glucosa y requieren poca insulina, por lo que no promueven la acumulación de grasa. Los tipo E, por el contrario, disparan la glucosa y la insulina, creando las condiciones perfectas para engordar.
El estrés como factor engordante
Un aspecto frecuentemente ignorado en las dietas tradicionales es el impacto del estrés:
- El estrés activa el sistema nervioso simpático
- Esto libera glucosa del hígado
- Eleva la insulina
- Promueve acumulación de grasa abdominal
Muchas personas en déficit calórico están crónicamente estresadas, lo que explica por qué no pierden peso a pesar de comer poco.
La grasa: ¿amiga o enemiga?
Contrario a lo que se cree, la grasa dietética no engorda por sí misma. Su efecto depende del tipo de sistema nervioso:
- Sistema nervioso pasivo: la grasa ayuda a adelgazar
- Sistema nervioso excitado: la grasa puede contribuir a engordar
Esto explica el éxito de dietas como la cetogénica en algunas personas, mientras que en otras no funciona.
Preguntas frecuentes sobre el déficit calórico
¿Qué es un día de trampa en la dieta?
Un día de trampa es cuando rompes temporalmente con tu patrón de alimentación habitual para consumir alimentos que normalmente evitarías. Sin embargo, desde el modelo hormonal:
- No es necesariamente malo si se planifica correctamente
- Puede ayudar a reactivar el metabolismo
- El problema está en los alimentos elegidos (mejor opciones tipo A)
Ejemplo: Si tu dieta es baja en carbohidratos, un día de trampa con pizza (harina + grasa) puede ser más perjudicial que uno con carne grasosa y vegetales.
¿Qué provoca un déficit calórico?
Un déficit calórico ocurre cuando consumes menos calorías de las que gastas. Pero el modelo hormonal añade matices importantes:
- Puede activar mecanismos de supervivencia que ralentizan el metabolismo
- Genera estrés que eleva cortisol y glucosa
- Si se hace con alimentos tipo E, puede perpetuar el ciclo de acumulación de grasa
Un déficit bien planificado debería priorizar alimentos tipo A y gestionar el estrés.
¿Cómo saber si está funcionando el déficit calórico?
Señales de que un déficit calórico está bien implementado:
- Pérdida de grasa sin pérdida excesiva de energía
- No hay ansiedad constante por comer
- Mejoras en marcadores de salud (presión, glucosa, etc.)
- El peso perdido no se recupera rápidamente
Si experimentas fatiga crónica, irritabilidad o estancamiento, probablemente tu déficit sea hormonalmente inadecuado.
Conclusión: más allá de las calorías
El déficit calórico tradicional puede ser una trampa porque:
- Ignora el impacto hormonal de los alimentos
- No considera el estrés metabólico que genera
- Puede perpetuar ciclos de pérdida y recuperación de peso
La solución está en adoptar un enfoque que considere:
- La calidad hormonal de los alimentos (tipo A vs tipo E)
- El estado del sistema nervioso
- Los ritmos naturales del metabolismo
Para profundizar en estos conceptos, te recomendamos ver el siguiente video explicativo:
Recuerda que cada cuerpo es único, y lo que funciona para algunos puede no funcionar para otros. La clave está en entender tu metabolismo individual y trabajar con él, no contra él.






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