Descubre cómo el MSG en alimentos procesados en México puede afectar tu salud y qué alternativas seguras existen en 2025 para cuidar tu bienestar.

MSG en los alimentos: la verdad oculta que debes conocer
Introducción: El glutamato monosódico y su impacto en tu alimentación
¿Alguna vez has sentido que ciertos alimentos te generan un deseo irresistible de seguir comiendo? No es casualidad. El glutamato monosódico (MSG), un aditivo presente en miles de productos procesados, está diseñado para estimular tus papilas gustativas y engañar a tu cerebro. En México, donde el consumo de alimentos ultraprocesados crece cada año, entender este ingrediente es clave para tomar decisiones alimenticias conscientes.
Este artículo revelará cómo la industria alimentaria utiliza el MSG para aumentar sus ventas, los nombres engañosos bajo los que se esconde y sus efectos documentados en el metabolismo. Aprenderás a identificarlo en las etiquetas, alternativas saludables y estrategias prácticas para reducir su consumo sin sacrificar el sabor.
Para complementar esta información, te invitamos a ver este análisis detallado sobre cómo el MSG afecta tu metabolismo y por qué deberías prestar atención a su consumo:
¿Qué es exactamente el glutamato monosódico (MSG)?
El glutamato monosódico es la sal sódica del ácido glutámico, un aminoácido no esencial que se encuentra naturalmente en algunos alimentos como tomates, quesos curados y carnes. Sin embargo, la versión sintetizada industrialmente que se añade a los alimentos procesados tiene efectos muy diferentes en el organismo.
Fue descubierto en 1908 por el profesor Kikunae Ikeda de la Universidad de Tokio, quien aisló el compuesto del alga kombu y patentó su proceso de producción. Hoy se fabrica mediante fermentación bacteriana de melazas, remolacha azucarera o almidón, en un proceso similar a la producción de yogur o vinagre.
¿Por qué se añade a los alimentos?
El MSG actúa como potenciador del sabor debido a su capacidad para estimular los receptores umami (el quinto sabor básico). A diferencia de los sabores dulce, salado, ácido o amargo, el umami produce una sensación de profundidad y persistencia gustativa que hace que los alimentos resulten más apetitosos.
- Multiplica hasta 3 veces la percepción del sabor original
- Enmascara sabores metálicos o desagradables en productos bajos en calidad
- Reduce la necesidad de usar ingredientes costosos como especias o cortes premium de carne
- Estimula la producción de saliva, haciendo que los alimentos parezcan más jugosos
Los nombres engañosos del MSG en las etiquetas
La industria alimentaria ha desarrollado más de 40 denominaciones para ocultar la presencia de glutamato monosódico en sus productos. Estas son las más comunes que encontrarás en los supermercados mexicanos:
Nombre en etiqueta | ¿Contiene MSG? | Explicación |
---|---|---|
Extracto de levadura | Sí | Se obtiene mediante hidrólisis de levadura, proceso que libera glutamato libre |
Proteína hidrolizada | Sí | Proteínas vegetales o animales descompuestas en aminoácidos, incluido glutamato |
Caseinato de calcio | Sí | Derivado lácteo rico en glutamato natural, usado como aditivo |
Ácido glutámico | Sí | Forma libre del aminoácido que compone el MSG |
Gelatina alimentaria | A veces | Depende del proceso de obtención, puede contener glutamato libre |
¿Cómo detectarlo con certeza?
En México, la NOM-051-SCFI/SSA1 obliga a declarar el glutamato monosódico cuando se añade directamente, pero no cuando se incorpora a través de otros ingredientes que lo contienen naturalmente. La estrategia más efectiva es:
- Revisar la lista de ingredientes completa, no solo los alérgenos
- Desconfiar de productos con sabores «mejorados naturalmente»
- Evitar alimentos con múltiples potenciadores de sabor combinados
- Preferir productos con listas cortas de ingredientes reconocibles
Efectos del MSG en el metabolismo y control del apetito
El mecanismo por el cual el glutamato monosódico afecta el peso corporal y los hábitos alimenticios es complejo y está respaldado por numerosos estudios científicos. Estos son los procesos clave que ocurren en tu organismo:
1. Alteración de los mecanismos de saciedad
El MSG suprime la producción de leptina, hormona producida por las células grasas que envía señales de saciedad al cerebro. Cuando estos mensajes se bloquean, el cuerpo no registra que está satisfecho, llevando a:
- Consumo de porciones más grandes de las necesarias
- Antojos frecuentes entre comidas
- Preferencia por alimentos hiperpalatables (ricos en grasas, azúcares y sal)
2. Impacto en la resistencia a la insulina
Estudios en animales de laboratorio muestran que la exposición crónica al MSG puede dañar las células beta del páncreas, reduciendo su capacidad para producir insulina. Esto explicaría por qué poblaciones con alto consumo de alimentos procesados presentan mayores tasas de diabetes tipo 2.
3. Cambios en el comportamiento alimentario
El glutamato monosódico activa los receptores NMDA en el hipotálamo, creando un patrón de recompensa similar al observado en adicciones. Esto se manifiesta en:
- Dificultad para dejar de comer ciertos productos
- Preferencia marcada por marcas específicas que usan fórmulas con MSG
- Malestar o irritabilidad cuando no se consume el producto habitual
Alimentos procesados con mayor contenido de MSG en México
La siguiente lista detalla los productos de consumo masivo en México que frecuentemente contienen glutamato monosódico o sus derivados:
1. Botanas y frituras
El 92% de las marcas comerciales de botanas saladas analizadas en un estudio de PROFECO contenían MSG. Las más problemáticas:
- Sabritas (especialmente saborizadas como «crema y cebolla»)
- Totis
- Chetos
- Productos de maíz frito con saborizantes artificiales
2. Sopas instantáneas y caldos concentrados
Las sopas de sobre son uno de los vehículos más comunes de glutamato. Una sola porción puede contener hasta 1.5g de MSG:
- Knorr® Saborizador
- Maggi® Sopas
- Maruchan® Instant Lunch
- Caldo de pollo en cubos
3. Carnes procesadas
Productos cárnicos económicos usan MSG para compensar la baja calidad de las materias primas:
- Salchichas tipo Frankfurt
- Jamones y tocino de bajo costo
- Hamburguesas congeladas
- Nuggets de pollo
Estrategias prácticas para reducir el consumo de MSG
Eliminar completamente el glutamato monosódico de la dieta es casi imposible en el mundo moderno, pero estas tácticas ayudarán a minimizar su impacto:
1. Técnica del perímetro en el supermercado
Como regla general, los alimentos menos procesados se ubican en las paredes exteriores de los supermercados:
- Comienza por la sección de frutas y verduras frescas
- Visita la zona de carnes y pescados frescos (no procesados)
- Selecciona lácteos naturales sin saborizar
- Termina en la zona de granos y legumbres secas
2. Cocina desde cero
Preparar tus propias comidas te da control total sobre los ingredientes. Empieza con estas alternativas:
Producto con MSG | Alternativa casera |
---|---|
Sopas instantáneas | Caldo de huesos casero congelado en porciones |
Sazonadores comerciales | Mezcla de ajo, cebolla, especias y hierbas secas |
Aderezos para ensaladas | Vinagreta de limón, aceite de oliva y mostaza |
3. Potenciadores naturales de sabor
Estos ingredientes proporcionan umami sin los efectos negativos del MSG:
- Champiñones secos: contienen naturalmente altos niveles de glutamato
- Quesos añejos: el parmesano es una excelente fuente de umami natural
- Salsa de soya fermentada tradicional: busca variedades sin aditivos
- Tomates secos: concentran el ácido glutámico presente en el tomate fresco
Preguntas frecuentes sobre el glutamato monosódico
¿Es malo para la salud el MSG?
La respuesta no es blanca o negra. Según la FDA, el MSG es generalmente reconocido como seguro (GRAS) cuando se consume en cantidades moderadas. Sin embargo, entre el 15-30% de la población experimenta el «síndrome del restaurante chino», con síntomas como:
- Dolor de cabeza
- Rubor facial
- Sudoración
- Entumecimiento en la boca
Estudios recientes sugieren que el consumo crónico podría estar vinculado a:
- Alteraciones en la regulación del apetito
- Mayor riesgo de síndrome metabólico
- Cambios en la microbiota intestinal
¿Qué es el MSG en una etiqueta de alimentos?
El glutamato monosódico aparece en las etiquetas bajo múltiples denominaciones. Es importante entender que aunque el ácido glutámico es natural en algunos alimentos, la versión aislada y añadida como aditivo tiene efectos diferentes. En México debe declararse cuando se añade directamente, pero puede estar presente en:
- Ingredientes derivados de proteínas hidrolizadas
- Extractos de levadura autolizada
- Saborizantes naturales
- Mezclas de especias
¿Qué hace el MSG en el cuerpo?
El glutamato monosódico actúa como neurotransmisor excitatorio en el sistema nervioso central. Cuando se consume en exceso puede:
- Sobrestimular las neuronas, especialmente en personas sensibles
- Alterar los mecanismos de hambre y saciedad
- Generar preferencia por alimentos altamente procesados
- Reducir la percepción de sabores naturales
¿El MSG es peor que la sal común?
Ambos aditivos presentan riesgos diferentes. Mientras la sal (cloruro de sodio) afecta principalmente la presión arterial, el MSG impacta el sistema nervioso y la regulación del apetito. La clave está en que el glutamato monosódico suele consumirse en productos que ya contienen altos niveles de sal, azúcares y grasas de mala calidad.
¿Los niños son más sensibles al MSG?
Estudios sugieren que los menores de 12 años pueden absorber hasta 4 veces más glutamato que los adultos en proporción a su peso corporal. Esto se debe a que su barrera hematoencefálica (que protege al cerebro de sustancias en sangre) no está completamente desarrollada. Síntomas comunes en niños incluyen:
- Hiperactividad después de consumir ciertos alimentos
- Cambios bruscos de humor
- Dificultad para concentrarse
- Trastornos del sueño
Conclusión: Tomando el control de tu alimentación
El glutamato monosódico no es un veneno, pero su uso masivo en la industria alimentaria contribuye a los problemas de salud metabólica que afectan a México. Al educarte sobre sus efectos y aprender a identificarlo, puedes tomar decisiones más conscientes sobre lo que llevas a tu mesa.
Recuerda que la alimentación saludable no se trata de prohibiciones absolutas, sino de equilibrio y conocimiento. Empieza por pequeños cambios: prepara más comidas en casa, lee las etiquetas con atención y redescubre los sabores naturales de los alimentos sin necesidad de potenciadores artificiales.
Tu cuerpo -y especialmente tu metabolismo- te lo agradecerán a largo plazo con más energía, mejor regulación del apetito y mayor bienestar general. La verdad sobre el MSG ya no está oculta: ahora tienes el poder de decidir cómo incorporar esta información en tu vida diaria.






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